Las autoridades
La playa Wharton permaneció cerrada todo el día posterior al ataque. Las autoridades iniciaron la búsqueda del tiburón en las aguas de la zona, desde el aire y por mar. Posteriormente el clima empeoró, obligando a abandonar la búsqueda.
A pesar de que un sector de la opinión pública, minoritario afortunadamente, pide que se mate al tiburón, las autoridades contemplan esto como “el último recurso” posible. Y lo harían solo en el caso de que el animal siguiese merodeando por la zona, cerca del público de las playas y mostrase “actitudes amenazantes”. Tony Cappelluti, encargado de “incidentes” del Departamento de Pesca del Oeste de Australia añadió: “Mucha gente, así como yo también, respetamos el hecho de que el océano es el dominio de los tiburones y los humanos entramos bajo nuestra propia responsabilidad. Pero si un tiburón está en un lugar donde la gente está bañándose y pone vidas en peligro, entonces no tendremos dudas en aniquilarlo.” Y declaró también que sin embargo, “nada se ganaría matando cada tiburón blanco que veamos en el área porque podría no ser el tiburón que atacó a Zak”.
Reacción local
Duke de Orleans es una zona muy popular de vacaciones, y después del ataque, toda su comunidad se encuentra en estado de shock y totalmente confundida.
La gente del lugar dicen que no recuerdan que nunca haya habido un ataque de tiburón blanco cerca de Wharton Beach. Y que no podría haber sido en peor momento que ahora, justo cuando comienza la temporada alta (allí es verano ahora).
Peter Hudson es el propietario del club de buceo y pesca “Esperance Diving and Fishing”, y dice que lleva más de 20 años realizando estas actividades en la zona y que conoce personalmente a Zak y a su familia. Manifiesta que “sin duda, Zak estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado”, y que lo sucedido es “una horrible desgracia, que toda la ciudad lamenta profundamente”.
Dice que siempre se es consciente de la presencia de los tiburones blancos en la zona, pero como algo peculiar, extraño: “Nunca ha habido un ataque, llevamos más de 20 años en esta aguas en este negocio y nunca hemos ni siquiera visto al extraño tiburón blanco”. “Hemos realizado miles de inmersiones y nunca ha habido ningún problema, esto es indicativo de la mala fortuna en este caso.” “Si hemos oido historias de algún buceador buscador de caracolas que dice haber visto alguno, pero es algo muy raro. No como si estuvieran ahí todos los días”.
Pescador-explicación
Bindi Warrilow es pescador desde hace 30 años, incluyendo tiburones, y no está sorprendido de que haya tiburones blancos en la zona. Dice que esta época es justo el final de la migración de las ballenas y ha que esperar que los grandes tiburones blancos las sigan, atacando a las jóvenes y a las que están enfermas.
Pero opina que los ataques a humanos son algo extraño y totalmente aleatorio.
Dice que “hay pocos tiburones ahí fuera, pero siempre están ahí y con tanta gente en el agua, es prosible que a veces haya contactos”. También expresa que el agua de la zona de Margaret River-Augusta ha elevado un poco su temperatura, pero todavía es más fría que la de Esperance, y que eso es signo de que los tiburones blancos van a bajar hasta esa zona.
Antecedentes - Ataques en la costa oeste de Australia
En los últimos 6 años ha habido tres ataques de tiburón en el Oeste de Australia con resultados mortales.
En el año 2000, el empresario Ken Crew, de 49 años, falleció después de que una de sus piernas fuera arrancada por lo que se piensa que fue un tiburón blanco de 3,6 metros. El ataque tuvo lugar cerca de la popular playa Cottesloe, en Perth.
Cuatro años después, Brad Smith, de 30 años fue partido en dos por un tiburón blanco mientras practicaba surf en Gracetown, 290 kilómetros al Sur de Perth.
En Marzo de 2005 Geoffrey Brazier, de 26 años murió por el ataque de un gran tiburón blanco de 5,5 metros mientras realizaba snorkelling (buceo sin botella) en las Islas Abrolhos, a 64 Kms. de distancia de la costa oeste australiana.
En la imagen, Wharton Beach.
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