martes, febrero 27, 2007

Makapu-u Beach


El sábado 10 de febrero una de las playas más populares de Honolulu, Makapu-u Beach, amaneció cerrada para sorpresa de las numerosas personas que esperaban pasar un agradable día de playa. Siendo además fin de semana, el lugar suele estar muy concurrido, así que la medida causó una gran sorpresa.

Los sucesos que llevaron a esa decisón comenzaron el día anterior, viernes 9 de febrero. La policia y los servicios de rescate fueron alertados de avistamientos de varios tiburones cerca de la playa, dando vueltas por la zona y mostrándose bastante activos. Cuando se acercaron al área donde estaban los tiburones, a unos 50 metros de la línea de costa, realizaron un desagradable y macabro descubrimiento: había restos humanos esparcidos por el agua, y los tiburones estaban alimentándose de ellos.

Trasladaron a la orilla lo que se pudo recoger y mantuvieron el área vigilada. A la mañana siguiente, los tiburones seguían en la zona. Se trataba de varios tiburones tigre de entre 3 y 4 metros, aunque había un ejemplar muy activo cercano a los 5 metros. Las playas se cerraron, por evidentes motivos de seguridad. Uno de los vigilantes relató como uno de los animales se acercó casi hasta la playa, estando a punto de quedar varado. Es un comportamiento muy poco habitual, que el vigilante atribuyó al hecho de que hubiera algo en la orilla que desprendiera un olor que llamase la atención del tiburón. Algún resto humano, hablando claro.

Un helicóptero, lanchas, motos de agua y varios vigilantes desde la playa estuvieron patrullando y vigilando a los animales y que nadie se metiera en el agua. Un surfista y varios practicantes de kayak tuvieron que ser conminados a salir del mar por su propia seguridad.

La víctima, resultó ser (a la espera de la confirmación forense definitiva) un profesor de la Universidad de Hawai, Edward Chronicle, de 40 años. Su novia y amigos cercanos han relatado que no se encontraba bien de ánimo y el día anterior había enviado varios mensajes de móvil diciendo que se iba a suicidar arrojándose desde los acantilados que bordean Makapu-u Beach. Su coche fue encontrado en el aparcamiento de la playa. Parece que cumplió su promesa. Era el jefe del Departamento de Psicología de la universidad.


En la imagen, Mr. Chronicle, playa cerrada, patrullando Mapaku-u Beach.