viernes, enero 27, 2006

En 20 años nos podemos quedar sin tiburones


El "aleteo", en inglés "shark finning", es una práctica especialmente cruel que consiste en capturar un tiburón y cortarle las aletas para su posterior venta. El animal, todavía vivo, es arrojado al mar, ya que no se considera que el resto de su cuerpo tenga valor comercial. Podemos imaginar el sufrimiento del pobre animal, mutilado salvajemente, al que, incapaz de maniobrar o desplazarse, solo espera una muerte agónica, bien por asfixia o por ser comida para otros tiburones o peces.
El caso es que, además de la terrible insensibilidad que supone matar un animal solo para quitarle las aletas, tirando el resto, el destino de esta pieza es... la sopa. ¡Se sacrifica un animal entero para que una pequeña parte de su cuerpo termine siendo un plato de comida! Naturalmente, me estoy refiriendo a la famosísima sopa de aleta de tiburón.

Es muy difícil saber cuántos tiburones son capturados y muertos cada año en todo el mundo, ya que es una práctica ilegal (pero frecuentemente consentida) en muchos países y no hay registros oficiales. Pero se calcula que son unos 100 millones de ejemplares al año. A este ritmo, es posible que en 20 años extingamos a este increíble y maravilloso animal.
Entonces, ¿quién es el asesino, el hombre o el tiburón?

Desde este humilde blog nos sumamos a la lucha para evitar esta situación y acabar con esta práctica "inhumana".

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