Del 28 de junio al 1 de julio ha tenido lugar en Los Cristianos, Tenerife, el Festival Aguaviva. Música y mar van íntimamente unidos en este evento, donde al ritmo de los grupos invitados se trata de concienciar a la gente de la importancia de la conservación de nuestros mares.
Se han reunido activistas, científicos, protectores de medio ambiente. Han habido diversos actos en esta línea conservacionista, y uno de los más destacados fue la conferencia ofrecida por Alexandra Cousteau, nieta del inolvidable Jacques Cousteau:
Expuso con fuerte convicción varios de los numerosos problemas que afectan a los océanos y a la vida que hay en ellos. Afortunadamente entre ellos no olvidó referirse a la situación límite a la que el hombre está llevando al tiburón, debido a la pesca sin control. En especial mencionó “la poca responsabilidad de la industria pesquera española, obstáculo número uno para que la Unión Europea adopte legislaciones más rigurosas en asuntos como la pesca de tiburones”. Yo añadiría también a nuestros políticos, que son los que finalmente llevan las propuestas para su discusión y aprobación en el Parlamento Europeo (nota mental: hablar de la brillante actuación de nuestros comisarios europeos en el otoño pasado, en 2006).
Muchas gracias, Alexandra Cousteau, por incidir en este tema tan importante para la salud de los mares, se nota que llevas la sangre de tu extraordinario abuelo por tus venas, con todo merecimiento, como ha quedado demostrado.
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