Continuamos con el tema de los pescadores mexicanos, click aquí para ver la primera parte.
Las Islas Marías
Cuando los tiburoneros mexicanos de San Blas se hacen a la mar para pescar tiburón no se quedan cerca de la costa, sino que recorren 115 kilómetros mar adentro que son los que separan el litoral del pequeño archipiélago conocido como Las Islas Marías. Son cuatro islas de una gran belleza, María Madre es la mayor con 227 kms. cuadrados; y el resto son María Cleofás, María Magdalena y la más pequeña, San Juanito.
“A nadie le gusta ir a las Marías, pero allí es donde están los tiburones”, dicen los pescadores locales. La corriente y los vientos son fuertes, con mucha frecuencia violentos, las tormentas (que provocan pánico en los pescadores) son habituales, y la profundidad es mucha: el ancla nunca toca fondo. Las pargas no están seguras allí, es fácil zozobrar y caer, pero los pescadores nayaritas hacen maravillas con sus embarcaciones equipadas con su pequeño motor de 75 caballos y el combustible justo para llegar y volver. Son aguas “infestadas de tiburones” y es el lugar adecuado para hacer una buena pesca. Esta es la zona donde se perdieron los tres pescadores.
La prisión
Una vez allí, los pescadores apagan el motor y echan al mar la “cimbra tiburonera”, un palangre con cientos de anzuelos como mímino de 10 cms. cada uno. Luego se echan a dormir, esperando que los tiburones se vayan enganchando durante el sueño. El trabajo tiene que hacerse rápido, en cinco o seis horas y durante la noche. No sólo por realizar una pesca furtiva y de especies prohibidas o restringidas, como son los tiburones, sino también porque desde 1905 la isla María Madre alberga una prisión, la Colonia Penal Federal Islas Marías. Una cárcel de agua, sin muros. De agua con tiburones. En los últimos meses tres presos han conseguido salir de la isla, pero no se ha vuelto a tener más noticias de ellos…
Por motivos de seguridad está prohibido entrar en la zona en un radio de 12 millas alrededor de las islas. Por supuesto, tampoco se puede ejercer la pesca o cualquier otra actividad. Y ahí es justo donde están los tiburones y el lugar donde hay que estar para pescarlos.
La pesca
Hacia las 5 de la mañana, los pescadores empiezan a sacar la cimbra. Hay veces que no hay ningún animal, pero normalmente suele haber suerte. Pueden haber varios ejemplares, 4 o 5, de 100 kgrs. o más. Algunos estarán vivos todavía. En ese caso, los hombres van acercando el animal poco a poco hacia la barca y, cuando está lo suficientemente cerca, le clavan un segundo anzuelo en el morro. Una vez sujeto, se apalea al animal hasta que muere y entonces lo suben a la lancha.
Los pescadores más veteranos cuentan que antes el número de capturas era mayor, de más variedad de especies y los ejemplares más grandes. A veces pescaban ejemplares de 500 kgrs. que había que trocear antes de subirlos a la balsa.
Hay varias zonas de pesca, según las especies y tamaños. Por ejemplo, para pescar cazones, de tamaño menor, la pesca se realiza alrededor de la Isla Isabel con palangres de fondo y anzuelos más pequeños. Otras especies capturadas frecuentemente son el tiburón azul, cartón, zorro, ángel, broche, gata, martillo, y tintorera.
En las costas del Océano Pacífico se realiza la mayor parte de la captura de tiburones en México, aproximadamente un 62%. El 38% corresponde al glof de México y Caribe. Se ha registrado una gran disminución en el número de capturas, muy apreciable desde la década de los 80, debido a la gran actividad pesquera, legal o furtiva, y al lento ciclo de reproducción de muchas de las especies de tiburón de estas aguas.
En este sentido, es importante denunciar la sobreexplotación a la que estamos sometiendo a nuestros mares, porque en caso contrario y dentro de poco tiempo solo veremos a los tiburones en fotografía.
1 comentario:
mejor en vez de pescar podrian asosiarse y yevar un tianguis a vender cosas q ahi sean dificiles de consegir
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