jueves, junio 29, 2006
Shark, Mind of a Demon I
Ayer, 28 de junio de 2006, se estrenó en la cadena estadounidense de televisión CBS el esperado documental "Shark: Mind of a Demon", fruto de varios años de intenso trabajo. Si bien el título es muy espectacular y un tanto populista, está realizado por Fabien Cousteau, nieto del pionero conocido en todo el mundo Jacques Cousteau, y parte de la correcta premisa de que la criatura que despierta, a partes iguales, el terror y la admiración de millones de personas y de la que tenemos tantas imágenes, es, en realidad, un gran desconocido. Se refiere, por supuesto, al gran tiburón blanco (Carcharodon Carcharias).
Acostumbrados a verlo atacando a jaulas donde se refugia un diminuto humano, mordiendo cebos ensangrentados al lado de un barco, solo tenemos noticias de este animal cuando ataca a algún surfista o bañista. Fabien pensó que esta no era la imagen real del tiburón blanco y que tenía que existir otra manera de conocer su comportamiento real, alejado de las situaciones artificialmente provacadas ya mencionadas, que nos ofrecen una idea distorsionada del animal.
Decidido a demostrar que el gran blanco no es un animal maligno, la idea que tuvo Fabien fue construir un tiburón-submarino con capacidad para una persona en su interior que se ocupe de su manejo, y que fuera de un realismo tal, que otros tiburones reaccionasen con naturalidad ante su presencia.
Para ello contó con la ayuda de Eddie Paul, un especialista que ha realizado diversos trabajos para la industria de Hollywood, y que fue capaz de construir un tiburón blanco de alrededor de 4 metros que parece, actúa y se mueve como los tiburones reales.
En la imagen que acompaña al post se puede ver a Troy (Troya), nombre que le ha puesto Fabien al submarino, siendo introducido en el mar mediante una grúa.
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