jueves, junio 12, 2014

Ataque en Texas



Mikaela Medina, de 14 años se bañaba en la playa de Galveston, Texas, cerca de la orilla. Se encontraba de rodillas, en menos de un metro de profundidad y a punto de impulsarse para nadar, cuando sintió un golpe en la espalda. Sin sentir dolor, salió del agua, dirigiéndose hacia su madre, quien con asombro le dijo que tenía una herida con forma de dentadura y que sangraba por ella.



Se dieron cuenta de que había sido víctima de un ataque de tiburón. Afortunadamente, la cura de las heridas fue sencilla y no requirió puntos.

La madre ha declarado que sabes que hay ataques de tiburón, pero "nunca piensas que puede tocarle a tu propia hija". Aún así, se sienten afortunadas porque "podría haber sido algo mucho peor".


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